martes, 19 de enero de 2010

Chicos de Ciencias, mucho cerebro y pocas ideas...

Sigo quejándome de las condiciones de uso de una biblioteca. Hoy hemos hecho una incursión en la facultad de Ciencias de Santander y lo que al principio parecía un entorno idóneo para el estudio se convirtió en la peor pesadilla de un estudiante neurótico con el tema del silencio...
De las instalaciones no tengo queja ninguna. En la sala en la que estuve el entorno era ordenado, luminoso, amplias ventanas, mesas individuales, etc. Podríamos pedir si acaso más espacio pero bueno, en conjunto bien.


Lo que no ya no veo es que hayan puesto una sala acristalada para hacer trabajos en grupo dentro de la biblioteca y que no esté insonorizada... Brillante idea... Esto lo hizo alquien que no estudiaba en la biblioteca casi seguro o, por lo menos, lo hizo alguien que pensó que la norma de hacer el menor ruido posible iba a ser respetada.


Pero nada más lejos de la realidad. Una sala con diez personas (hay que decir que la mayoría eran chicos que ya sabemos que tienen un tono más grave de voz), casi todas con su ordenador, hablando como si estuvieran en el salón de su casa hacen bastante ruido sobre todo si piensas en que los que están alrededor están intentando estudiar y guardando silencio.


Creo que, como en otros casos, el problema no es sólo de las instalaciones (puedo entender que insonorizar puede ser algo costoso) sino de educación y respeto. Y la culpa no es tanto de los alumnos ruidosos como de los responsables de la biblioteca, que deberían velar por el buen funcionamiento de la misma, y del resto de alumnado/ usuarios que, para mi asombro no se queja.

Pregunté a la chica que tenía sentada al lado que si era normal ese volumen y ella me dijo que sí pero que el bibliotecario acababa de pasar y preguntarle que si le molestaban y ella dijo que no... No entiendo que se pregunte... hacen ruido, están en la biblioteca... ¡que se callen!

Allá donde fueres haz lo que vieres... y si no te parece bien critica en "Pelota antiestrés"